P.O.D. regresó a Chile de la mano de la productora Transistor con un concierto enérgico y rotundo, reafirmando su estatus como uno de los nombres fundamentales del metal alternativo de comienzos de los 2000. La cita en el Teatro Coliseo fue una descarga de energía directa y efectiva, plasmada en un show sólido, intenso y celebrado de principio a fin por un público completamente entregado.

La banda, originaria de San Diego, California, demostró un dominio absoluto de su catálogo al presentar una mezcla equilibrada entre clásicos de su etapa más “vieja escuela” y material reciente de Veritas, logrando un set dinámico que nunca perdió fuerza. Con Sonny Sandoval liderando desde el frente con carisma intacto, el guitarrista Marcos Curiel desplegando riffs precisos y groove constante, Traa Daniels sosteniendo la base con solidez y presencia, y el baterista Zachary Christopher aportando potencia y exactitud, P.O.D. confirmó que su propuesta sigue plenamente vigente en el escenario.
Más que un ejercicio de nostalgia, el concierto dejó en claro que la banda mantiene una conexión real con su audiencia, respaldada por una ejecución convincente y una energía que trasciende generaciones.
Asimismo, el Teatro Coliseo vibró con la energía de Demon Hunter, quienes hicieron su esperado debut en Chile y tuvieron el honor de abrir para P.O.D. Fundados en 2002 por los hermanos Ryan Clark (vocalista) y Don Clark (guitarrista), la banda estadounidense se ha destacado desde sus inicios por fusionar el poder del metalcore con letras profundas, introspectivas y una perspectiva cristiana sobre la lucha personal y espiritual.

Desde el primer acorde, Demon Hunter capturó al público con un set demoledor, mostrando riffs pesados, precisión rítmica impecable y un sonido moderno que mantuvo a todos al borde del escenario. Canciones como “Storm the Gates of Hell”, “Not Ready to Die” y “Undying” marcaron un arranque contundente, dejando en claro que la banda no solo domina su música, sino también la conexión con su audiencia.

El debut de Demon Hunter no solo fue especial, sino también un momento histórico para los fanáticos locales, que pudieron experimentar la intensidad y la pasión de una banda que ha definido el metal cristiano contemporáneo. La noche cerró con un emocionante broche de energía y entrega, dejando a todos con la certeza de que Demon Hunter ha llegado para quedarse.

Fue entonces el turno de P.O.D. que entró a escena: “Southtown” y “Rock the Party” marcaron un inicio explosivo, con un Teatro Coliseo completamente sold out, donde no cabía un alma más, encendido desde los primeros minutos. Sonny Sandoval desplegó una presencia escénica firme y carismática, respaldado por una banda afiatada y un sonido robusto que hizo justicia a cada golpe rítmico y a cada cambio de dinámica.

Más adelante, “Boom”, una canción que habla de superación, resistencia y del llamado a levantarse frente a la adversidad, se transformó en uno de los momentos más significativos del concierto. Con el público cantando al unísono y hasta una bengala encendida entre la multitud, la atmósfera se cargó de potencia, emoción y memoria colectiva, consolidando uno de los puntos más altos de la noche.

También otro punto alto de la noche fue “Lost in forever” habla de sentirse abrumado por la vida moderna, la presión social y la pérdida de identidad, anhelando un refugio o una conexión genuina, canción que caló hondo en los fans chilenos. Luego vino la canción icónica de Matrix “Sleeping Awake” otro sencillo poderoso, en la cual el público cantó el coro con fuerza abrumadora.

Sonny invitó a un niño, de nombre Noah, que estaba en el público en los hombros de su padre, quien subió al escenario para interpretar “Youth of the Nation”, marcando un momento profundamente conmovedor. Todo el público cantó al unísono, creando una atmósfera única y cargada de emoción. Presenciar cómo las nuevas generaciones adoptan de manera natural los gustos musicales de sus padres resultó poderoso y auténtico, un recordatorio de que la música no entiende de tiempo y tiene la capacidad de unir generaciones.

El cierre con “Alive” fue tan efectivo como inevitable: un himno que sigue funcionando como declaración de principios. La nostalgia estuvo muy presente, tanto en el público como en la propia banda, visiblemente emocionada sobre el escenario. Lejos de quedarse anclados en el pasado, P.O.D. dejó claro que su música mantiene una vigencia real en vivo, conectando generaciones y reafirmando su lugar con una energía auténtica y honesta. En definitiva, fue una noche de nostalgia y bien potente, P.O.D. y Demon Hunter no solo tocaron para Chile: ratificaron que el metal sigue siendo un lenguaje vivo, transversal y profundamente emocional.

Demon Hunter – Setlist
- Storm the Gates of Hell
- Sorrow Light the Way
- Heaven Don’t Cry
- Collapsing
- The Heart of a Graveyard
- Infected
- Not Ready to Die
- Undying
- Cut to Fit
- Dead Flowers
- Cold Winter Sun
- My Heartstrings Come Undone
- The Last One Alive
P.O.D. – Setlist
- Southtown
- Rock the Party (Off the Hook)
- Boom
- Set It Off
- Drop (con Ryan Clark)
- I Got That
- Soundboy Killa
- Don’t Let Me Down (cover de The Beatles)
- Murdered Love
- Lost in Forever
- I Won’t Bow Down
- Sleeping Awake
- Youth of the Nation (con un fan joven en el escenario)
- Breaking
- Lay Me Down (Roo’s Song)
- Will You
- Afraid to Die
- Satellite
- Alive



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