Fotografías: Francisco Aguilar

 

La cita era anunciada solamente con 3 semanas de anticipación, pero jamás hubo dudas en la capacidad de convocatoria de estos neoyorkinos, asegurando que la sala Metrónomo muy probablemente, estaría al borde de su capacidad en su octava venida al país, desde su primer arribo en el año 2005, en La Cúpula del Parque O’Higgins. Para completar la jornada eran convocadas las bandas Sikario y Gangrena, quienes tendrían la tarea de calentar los motores.

 

 

 

 

Con 20 años de trayectoria y constantes presentaciones en vivo respaldaban el honor de abrir la jornada, sobre todo, si sumamos que vienen llegando desde su reciente gira por México, bastante exitosa. Con una impronta potente, Alberto Arenas se plantaba sobre el escenario dando vida a los primeros riffs, y vociferando a todo dar Strange and Unpleasant Revelation”, de su disco Noocracy (2013). El sonido era muy definido, dejaba diferenciar cada golpe que con mucha potencia Tom García, hacía vibrar en la batería, mientras seguían con Human Nature.

 

 

 

Las bandas, algunas veces, prueban su buena preparación en los momentos que deben superar las dificultades y esta vez, Sikario tuvo una tremenda oportunidad de hacerlo, cuando una de las guitarras sufre un traspié y, sobre la marcha, sin parar de tocar, su equipo técnico ya tenía una nueva en los brazos de Alberto, para que siguieran desatando su poder.

Un gran momento se vivió cuando cuentan al público que Criminal ha sido una de las bandas inspiradoras de su carrera y quisieron homenajearlos dedicando la canción “Odio Engendrado” a la partida de Rodrigo Contreras, que alzó el vuelo de este plano hace algunos días y, aunque la canción fue inspirada como continuación de un momento en el cual no estaba en la banda, de todas formas el gesto era dedicado en su memoria, por el legado entregado. Una gran presentación de estos santiaguinos que cada día logran sumar mayores hitos en su carrera de muy buena forma.

 

 

 

 

Otra banda que también celebra 20 años de carrera ininterrumpida, Gangrena, provenientes de las sureñas tierras de Chillán, a quienes hace algunos meses los habíamos visto como carta antecesora a Lucifer y Napalm Death. Abren la jornada con su triada de “Yo soy el fuego”, “La Sangre inicia” y “Gritos en la oscuridad”, desatando con potencia su death metal, a las aproximadamente 100 personas que se encontraban presentes en el recinto. A Francisco Merino, su cantante y guitarrista, se le nota mucho el tiempo de carrera musical, manteniendo una buena comunicación con el público entre cada canción, mientras seguían su presentación con “El reino de la putrefacción”, “Un acto Perverso” y “Adicto al fuego”.

 

 

 

Una presencia redonda, que tuvo un repaso completo por sus 4 discos editados, para reforzar la importancia de cada una de las etapas con las que se debe sobrellevar la solvencia y constancia de una banda. Terminarían con “Vomitando Insectos” y “Arrastro el Cadáver”, ante los aplausos del respetuoso público que siguió su exhibición con deferencia.

 

 

Si en algún momento tuviera que explicarle a alguien el significado de la palabra brutalidad, lo llevaría a un concierto de Suffocation. Las luces bajan su intensidad y se escucha la introducción de fondo, para comenzar a generar la ansiedad entre el público que repletaba la Sala Metrónomo, un pequeño silencio para que, a dos toques del Clash, 5 bestias partan al mismo tiempo a desatar el más potente death metal que puedas imaginar. Suena Seraphim Enslavement de su última producción Hymns from the Apocrypha (2023), primero con el cantante Ricky Myers y que los traía por octava vez a nuestro país, demostrando sus cortes inesperados en la música, mientras Ricky no paraba de hacer resonar sus palabras incesantemente con guturales en extremo poderosos. Solamente un “Gracias Santiago” los separó de arremeter nuevamente con Thrones of Blood, esta vez de su álbum más clásico Pierced from Within, con una pequeña baja en la velocidad, pero manteniendo una potencia sin igual, en donde parecía que a Terrance Hobbs, su guitarrista y miembro más longevo en la banda, se le fuera a desprender en cualquier momento la cabeza de sus hombros, gozando completamente cada uno de los riffs que entregaba con ferocidad.

 

 

 

 

Retrocedemos al pasado con el clásico Jesus Wept y en Dim Veil of Obscurity, ya no se daba más de energía, sobre las cabezas comienzan a aparecer los primeros crowdsurfing, que no pararían más en toda la jornada. Es así como por un lado teníamos el mosh a tope, por otro, gente lloviendo en las cabezas, y por doquier, el headbanging incesante que no paraba en un solo segundo. Los mosh no se detenían desde el primer tema, aun así su frontman seguía instando a los presentes a desatar el pit, mientras sonaba Effigy of the Forgotten, canción que le da nombre a su primer disco del año 1991 y que como buen clásico, generaba la alteración total en el público que no encontraba formas de dejar salir la adrenalina.

 

 

 

Sin misericordia comienza Hymns from the Apocrypha, la canción homónima del disco que los ha traído nuevamente, con un sonido de la caja que quedaba sobre los silencios y  retumbaba por todos lados con predominancia. Luego de Funeral Incepción, comenzaba de forma más densa Perpetual Deception, en una de sus estructuras musicales más oscuras, teniendo al público en una especie de estado de trance, para que en medio se les grite desde el escenario que deben volver al pit, sin previo aviso, queda sonando solamente la guitarra con el riff acelerado y desata nuevamente la velocidad a tope de la música y como un torbellino ya estaba la mitad del recinto girando brutalmente en el mosh más asesino que haya visto Sala Metrónomo.

 

 

 

 

Sigue sonando Clarity Through Deprivation, única canción seleccionada en esta oportunidad, del disco …of the Dark Light (2017), el último que alcanzó a ver la luz con Frank Mullen.  De fondo ya se desaforaba Descendants, con las guitarras disonantes que disparaba Charlie Errigo, en una perfecta armonía junto a Terrance, además de solos a doble voces perfectas entre ellos.

 

 

 

Cuando tienes una base sólida, el resto se hace fácil, y así es como monumentalmente se erigían el bajista Derek Boyer, junto al espectacular Eric Morotti para crear unos cimientos sonoros sin precedentes, llenos de métricas y breakdowns únicos, que quedaban de manifiesto en Catatonia y Pierced From Within. Cabe destacar la puesta escénica de estos monstruos del death metal, muy compenetrados en lo que sonaba, manifestando con el cuerpo cada uno de sus quiebres y cómo gozan la música que profesan, mientras Myers sigue constantemente con sus manos todos los tiempos que la batería realiza, hasta que le toca nuevamente vociferar guturalmente una nueva línea, un espectáculo visual que es un show por sí mismo. Ya habían entregado todo, el nuevo disco estaba completamente justificado en vivo y el final solamente era otorgar regalos a sus fans primigenios y más acérrimos. Desde su primer disco comienzan a sonar Liege of Inveracity que hacía desatar la algarabía total de los presentes, haciendo sonar palabras guturales desde cada esquina siguiendo su letra y finalmente el cierre perfecto con Infecting the Crypts, en un concierto que realmente se sintió corto frente a tanta demostración de brutalidad, tecnicismo y death metal impresionante.

 

 

 

Suffocation no es solamente una banda, es una completa y total institución del death metal mundial y ha servido de inspiración a torrentes de nuevas bandas que han encontrado en la bestialidad y el tecnicismo, una forma de manifestar un arte pocas veces entendido, pero ampliamente rico en estructuras complejas, para mentes y oídos que saben ir más allá de la simpleza. La manifestación fehaciente de que no siempre, menos es más, sino que más, puede ser alta brutalidad.

 

 

 

 

Setlist Sikario

Intro

Strange and Unpleasant Revelation

Human Nature

Destroy the Messiah

Mother Wake Up

Evil Glass

Odio Engendrado

Disavowal

 

Setlist Gangrena

Intro

Yo Soy el Fuego

La Sangre Inicia

Gritos en la Oscuridad

La Reina de la Putrefacción

Un Acto Perverso

Adicto al Fuego

Negra Caverna Mental

Liberando Demonios

Vomitando Insectos

Arrastro el Cadáver

 

Setlist Suffocation

Seraphim Enslavement

Thrones of Blood

Jesus Wept

Dim Veil of Obscurity

Effigy of the Forgotten

Hymns from the Apocrypha

Funeral Inception

Perpetual Deception

Clarity Through Deprivation

Descendants

Catatonia

Pierced From Within

Liege of Inveracity

Infecting the Crypts

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