Este disco viene después del extraño “St. Anger”, y de seguro fue un disco muy esperado por el año 2008. Para una banda como Metallica, que está en la cúspide como una de las agrupaciones más grandes del metal en general, este disco tiene muchos pasajes diversos, pasando por canciones muy rápidas, como otras bastante emotivas y melódicas.

Death Magnetic, es en general un disco bueno, tratando de retomar la fórmula de sus primeros trabajos, poco a poco va cumpliendo este rol. Para empezar el disco, tenemos la canción “That Was Just Your Life” que es un muy buen comienzo para este álbum, de hecho, podría se decir que es una de las mejores canciones que tiene el disco. A la primera escuchada, se incita al headbanding, para después entrar James Hetfield con una voz agresiva, distinta a los trabajos anteriores “Load” y “Reload”, y más certera de lo que fue en “St. Anger”; siendo una voz algo controversial, ya que suena más bien como estar escuchando a Hetfield en vivo, es decir un poco más desafinada, pero justamente esta característica le da un toque especial, que, está bastante bien lograda.

A diferencia de “St. Anger”, tenemos de vuelta los solos de Kirk Hammet. No hay tiempo para una tregua, y pasados los aprox. 7 minutos de esta primera canción, viene de golpe “The End Of The Line”, una canción de aprox. 8 minutos, para mi apreciación personal, es una excelente canción, tiene una parte instrumental muy interesante en los últimos minutos de la canción y apareciendo la voz de Hetfield para recuperar la intensidad del inicio de la misma. Como tercera canción, viene la poderosa “Broken, Beat & Scared” que, al principio, es un poco difícil de digerir, pero que tiene grandiosos riffs, detalles de bajo y guitarras bastante elaborados, ideal para menear la melena. Posteriormente, tenemos una canción que fue single, llamada “The Day That Never Comes”, que también tiene un video. Esta canción, a mi gusto, es excepcional, es como volver a “Ride The Lightning” combinado con “… And Justice For All”, de hecho, es como una nueva “One”, y fue un éxito comercial. A un nivel más técnico, Lars Ulrich no destaca mucho en este tópico, sin embargo, las guitarras de Hetfield y Hammet trabajan muy bien juntas, como las líneas de bajo sólidas de Trujillo. Esta canción, se podría decir que es “un nuevo clásico” de Metallica.

A continuación, tenemos el quinto tema, titulado “All Nightmare Long”, que es de hecho, uno de mis favoritos de este disco, vuelve a la carga toda la fuerza de antaño y le da un toque bastante poderoso al álbum. Grandes riffs, un coro pegadizo, buenos solos de guitarra, sin duda una canción en estado puro de lo que era el antiguo Metálica. Esta canción además cuenta con un video de una ciencia ficción de invasión zombie. “Cyanide” es la sexta canción, compuesta por buenos riffs y solo de guitarra, pero la batería tiene poco trabajo, sin embargo, por las guitarras y el bajo, la canción es aceptablemente buena. Después de este arsenal, tenemos un tema que, de seguro a todos los fans nos llamó la atención por su nombre: “The Unforgiven III” Esta canción está bien trabajada, es equilibrada y comienza como la primera Unforgiven del “Black Album”, con una introducción limpia, y en la entrada de la voz se pone un poco más fuerte, como lo es la estructura de la primera Unforgiven. En esta, las revoluciones bajan respecto a las canciones anteriores, pero se mantiene la óptima calidad.

“The Judas Kiss” se titula el octavo golpe, que vuelve con toda la caña de la fuerza, bases rítmicas poderosas y riffs muy bien logrados, sin duda una canción hecha para dañar nuestra salud cervical. Después de mucho tiempo sin que Metallica tuviese en sus discos un tema netamente instrumental, tenemos de vuelta esta fórmula. Después en el track numero 9 encontramos “Suicide & Redemption” de casi 10 minutos, como algo controversial, con riffs poderosos y un bajo excepcional, y la fuerza suficiente para que nuestra cabeza se mueva bastante, salvo en la parte lenta, donde te relajas y extasias, para luego volver a mover la melena, con ese bajo que le da bastante importancia a Trujillo como ejecutor. Decía que era algo polémico el situar en el disco una canción instrumental, porque a muchas personas le puede parecer una grandiosa idea, como a otros una mala idea, por lo que es una apuesta muy riesgosa que la banda tomó en esta ocasión. En mi opinión, considero que fue bien recibida. Y hasta que llegamos al final de este álbum con “My Apocalypse”, que se caracteriza por ser potente con mucha caña y garra, y me recuerda a los primeros tres discos de Metallica, increíbles riffs de guitarra, pero la batería destiñe mucho para lo que pudo haber llegado a ser, de hecho, un nuevo clásico para la banda.

El disco en general es bueno, tiene canciones que suman bastante, apropiadas estructuras en las composiciones. Tras lo que pasó con “St. Anger”, se había perdido el respeto por la banda, pero este vuelco de retomar a sus sonidos más clásicos, fue una ruta acertada que tomaron.

Puntuación: 8,5 de 10.

 

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