Fotografías: Gentileza de José Luis Molina
Levantaos metaleros de Chile y el Mundo, porque lo vivido el pasado 30 de noviembre en Bar Alpha, Concepción, fue una verdadera invocación desde las profundidades del averno sudamericano. Mystifier, la legendaria agrupación amazónica de pérfido metal negro azotó las tierras de Concepción para llenar nuestras cabezas con sus ritos oscuros, maleficios, y gritos de guerra, demostrándonos una vez más por qué son la institución brasilera de acero impuro y blasfemo que ha sido desde su fundación en 1989.
La convocatoria demoníaca se gestó bajo la mano de la gran Evelyn Jayson, y Evil´s Purgatory, cómo siempre, comprometida con la causa del acero en la región del Bío-Bío. La apertura de los barrotes comenzó durante las 18 horas, siendo la prueba de los sonidos abismales el momento donde tuvimos la dicha de conversar con Sorcerer Do’Urden, su vocalista y bajista, el cual nos refirió un mortal vídeo con sus saludos, que pueden ver en nuestro perfil de Instagram.
Para comenzar nuestro banquete oscuro y destructor de música sabática, dio inicio la emergente y ya consolidada Insanity Storm, rugiendo fuerte con el poder femenino de su frontwomen Elizafer, acompañada por su bajista Moon y su baterista Revan, desataron una vorágine de atmósferas ocultistas, mixturando el gutural sonido de las gargantas raspadas, junto
a un canto de sílfide que creó un ambiente misterioso y a la vez potente. Sin duda una banda que refleja el poderoso presente y futuro de la escena chilena, jóvenes llenos de poder oscuro y majestuoso. Quienes también acompañarán a Mystifier en sus tierras, Brasil.
Al hereje siguiente le hacía lugar el turno de Spell Of Death, banda de un exquisito sonido Blacker ortodoxo, con armonías de ultratumba desde el 2007. Una puesta en escena digna de la calidad que escuchamos en su música, púas, corpsepaint, incluso un hechizo de bolas de fuego lanzado hacia el público, aplaudido incluso por los mismos Mystifier, quienes presenciaban las demás bandas desde su puesto de artefactos demoníacos y vestimentas ocultista.
Cancerbero fue el próximo grupo de mercenarios malditos legendarios, que visitó Bar Alpha, contando un sonido brutal de muerte y pestilencia. Se levantó desde el mismo averno, trayéndonos el sonido fiel del sabueso infernal que resguarda la tierra de las almas en pena, clásicos del metal chileno con 35 años en su haber. Su sonido nos llevó hacia los antiguos tiempos, de Massacre y Pentagram en nuestro país, sin duda un deleite ser dignos de escuchar sus potentes riffs y guturales mordaces, después de tantos años en la escena.
Llegando al final del show, Death Living y una verdadera presentación de blasfemia pura y oscura. Siendo la última hueste del infierno en enseñar cómo se hace el metal negro desde las fauces del tártaro, se demostraron con un sonido más bien caótico y deleznable, llamando al espíritu del rey de las Tinieblas y convocando un verdadero ritual morboso en la capital penquista, sin duda, una verdadera lección de paganismo consagrada ante los ojos de sus discípulos quienes se azotaban al ritmo
de su acero maldito.
Y, por supuesto, ya entrando en la profundidad de la noche, en absoluta presencia de su creador, el príncipe, rey y maestro de maestros en el mal. La última y más esperada de las invocaciones de la noche… Mystifier en carne, hueso y maldad.
El show comenzó a unas horas de la hora de la bestia, por lo que creemos fielmente que tenían una invocación completa preparada para nosotros los que fuimos testigos del poder, la majestuosidad, y lo profano del repertorio brasileño. Partiendo con una declamación satánica, en portugués, la que se expandió por las paredes de bar Alpha, haciéndonos sentir rodeados de las voces del inframundo, anunciando la destrucción total del recinto, el cual de pronto se llenó con demonios, súcubos y soldados de Lucifer sedientos de acero oscuro, reventando sus cabezas contra los riffs sucios y oscuros que caían de toda una vida bajo el signo de la cruz invertida.
Beelzeebubth, principal artífice y la cabeza al mando luego de una vida entera de blasfemia, azotaba su puño en alto luego de cada canción demoníaca y todo el público enloquecía pidiendo más caos negro para su deleite, el mundo contra la guerra, contra la injusticia, el hambre, y la existencia de la represión, fueron las últimas palabras de este dios del metal oscuro, antes de finalizar con su repertorio más clásico, dotado de sus discos Wicca (1992) y Goetia (1993).
Simplemente Mystifier, una de las bandas consagradas más importantes y queridas por la comunidad… Salve!! Una vez más agradecemos el trabajo de la productora por tan magno evento, sin mayores complicaciones, excelente recepción y sonido aniquilador.
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