El músico, compositor y productor chileno Andrés Arancibia, conocido por su trabajo con Saga Pesticidas, inicia un nuevo capítulo en su carrera con el lanzamiento de “Comunicación Violenta”, su primer single como solista bajo el proyecto AA. Este debut no solo marca una evolución musical, sino también un proceso profundo de transformación personal. Con una propuesta sonora que entrelaza rock alternativo e indie con una carga emocional introspectiva, Arancibia desnuda su vulnerabilidad y la convierte en fortaleza, explorando los matices de la comunicación, la sanación y la autenticidad emocional.
En Dark Zone conversamos con este artista, para conocer de una manera más profunda como se gestó este nuevo trabajo en su proyecto solista.
¿“Comunicación Violenta” marca el inicio de una nueva etapa creativa para ti?
Sí, totalmente. Comunicación Violenta representa un punto de inflexión en mi vida. Después de años componiendo desde la rabia, la ironía y la nostalgia con Saga Pesticidas, sentí la necesidad de desnudarme emocionalmente sin esconderme detrás del humor o la crítica. Este proyecto —AA— nace de la necesidad de comunicarme desde un lugar más honesto, más consciente, sin filtros ni máscaras. Es el comienzo de una nueva etapa donde busco que la vulnerabilidad sea fuerza y no debilidad.
¿En qué momento sentiste que necesitabas dejar atrás tu pasado musical con Saga Pesticidas y dar vida a este nuevo proyecto solista como AA?
El punto de quiebre fue interno, no musical. Pasé por un proceso personal muy intenso, donde tuve que confrontar mis patrones, mis miedos y mis formas de relacionarme. Dejé el alcohol, cambié mis hábitos y mi manera de pensar. Eso inevitablemente cambió también mi forma de componer. Saga Pesticidas fue mi adolescencia; AA es la adultez emocional que necesitaba abrazar.
En este single hablas de la dificultad de comunicarse sin reproches ni silencios. ¿Qué experiencias personales o procesos internos te inspiraron a abordar un tema tan íntimo y universal a la vez?
Viví una relación donde ambos queríamos lo mismo, pero no sabíamos cómo hablar sin herirnos. Me di cuenta de que el amor no se pierde solo por falta de sentimientos, sino por la incapacidad de comunicarse desde la empatía. Esa fue la raíz de Comunicación Violenta: reconocer mis propias fallas, asumir mi parte del conflicto y convertirlo en algo que sanara, no que culpara.
Has mencionado que tu filosofía es que “la autoayuda no ayuda; la disciplina y la perseverancia, sí”. ¿Cómo se refleja esa visión en tu manera de crear música y enfrentar los desafíos personales o creativos?
Creo que la disciplina es la forma más real de amor propio. No creo en frases bonitas, creo en levantarse todos los días y hacer lo que dijiste que harías, incluso cuando no tienes ganas. En la música aplico eso: grabo, ensayo, edito y reescribo hasta que algo me representa de verdad. El crecimiento viene del esfuerzo sostenido, no de la motivación pasajera.
El sonido de AA fusiona indie rock y rock alternativo con una carga emocional muy honesta. ¿Qué referencias o influencias musicales guiaron la construcción del sonido de “Comunicación Violenta”?
Hay influencias claras de Radiohead, Deftones y Balmorhea en la atmósfera emocional, pero también del rock chileno más crudo, como Lucybell o Solar. Busqué que la canción respirara: que cada silencio dijera algo. No quería producir por producir, sino crear un espacio sonoro donde la emoción tuviera prioridad sobre la técnica.
¿En tus letras hay una búsqueda constante de autenticidad y autocrítica. ¿Qué papel cumple la música en tu propio proceso de sanación y crecimiento emocional?
Es mi espejo. Escribir me obliga a decirme la verdad, incluso cuando no quiero escucharla. Cada canción es una conversación pendiente conmigo mismo. En lugar de evadir el dolor, lo convierto en arte. Y al hacerlo, dejo de cargarlo. La música me permite darle sentido a lo que dolió y transformarlo en algo útil para otros.
Finalmente, este debut no solo lanza una canción, sino también una comunidad y una filosofía de vida. ¿Qué esperas que las personas sientan o comprendan al escuchar “Comunicación Violenta” por primera vez?
Espero que se reconozcan. Que entiendan que todos tenemos partes rotas, pero también la capacidad de transformarlas. Que vean que pedir perdón no te hace débil, y que cerrar un ciclo no siempre es perder. Mi música es una invitación a sanar desde la verdad, no desde la negación.
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