Bastante prometía la doble velada metalera nacional del jueves en Mibar, de la productora Collateral Chaos. Por un lado, Sikario, con todo su letal death metal, venía a descargar en vivo los temas de su Re-elegant and Merciless Revenge, una “reimaginación” de su primer EP, con un sonido más maduro y mortífero, mientras que los blackmetaleros Swarm of Hatred, aprovecharían la ocasión para interpretar nuevos sencillos de su próximo y esperado disco, pronto a editarse.
Fue así como pasada las 22 horas, Sikario inauguraría la masacre sónica con “Disavowal”, un inicio potente, que siguió sin pausas con “Purgatory is here”, de comienzo arrastrado, para desencadenar luego velocidad y brutalidad, ambas piezas de su primera producción “Noocracy” (2013).
Con un “Buenas noches”, saludaba a la audiencia su vocalista y guitarrista Alberto “Beto” Arenas, agradeciendo a los presentes por su asistencia y apoyo, para presentar a continuación “una canción que nos hace cuestionarnos la fe, incluida en nuestro nuevo disco, de la cual grabaremos un videoclip”: y, así es como comenzaba “Destroy the Messiah”.
Tras “Human nature” en donde el doble bombo sonó asesino, “Rotten Head” vino a invitar al headbanging, con un riff denso y pantanoso, para luego llevarnos a sonidos cercanos a death melódico de Gotemburgo con “Evil glass”, y aplicar sin piedad un mazazo de casi dos minutos de brutalidad con “Odio Engendrado”.
Ya finalizando, el cuarteto deathmetalero sonó fuerte “Judgement in the purgatory”, composición más cercana al black metal, con recurrentes blast beats, para cerrar con “Choose your weapon”, tema que como bien explicó Beto “no tocábamos hace tiempo, y que engloba el concepto de la banda”. Presentación sólida y demoledora de Sikario, quienes se despidieron entre aplausos, dejando el ambiente más que encendido para el próximo asalto sonoro.
Tras casi media hora de espera, Swarm of Hatred a escena, quienes de inmediato inundaron con un velo de oscuridad el local. Desde el inicio con “Haruspex”, con su intro melódica que luego desencadenó el caos, continuaron sin misericordia con su nuevo e inédito sencillo “Rise of the black serpents”, de su próximo disco a editarse, del que también suena “Soul Huntress”: un tema a mil por hora, pero que en sección intermedia sorprende con cambios de tiempo, y con pasajes sonoros más hipnotizantes.
La banda saca un poco el pie del acelerador con “Quantum Witches”, bajando la velocidad pero no así la intensidad, para luego retomar la carnicería con “Genocide bringer”, con un grito de inicio desgarrador, la que fue recibida como un verdadero clásico del conjunto -siendo uno de los puntos altos de su presentación- sencillo que abre su primer EP The Brotherhood of the Black Blood”(2014).
El nuevo tema “Afterlife” solo venía a confirmar que lo nuevo de este “enjambre de odio” el que se viene con todo, puesto que no cede espacios para el descanso, exigiendo al máximo al batero Carlos Méndez, cerrando con “Transdimensional warmachine”, nombre que según adelanta su vocalista/guitarrista Santiago, “será el título del nuevo álbum”.
Jornada redonda de oscuridad y brutalidad en Mibar, con dos bandas que se complementaron perfectamente con sus propuestas de música extrema, apoyados por un público que vibró y disfrutó en todo momento, valorando su entrega y compromiso. El futuro para ambas agrupaciones nacionales se ve más que prometedor. ¡Que no quepa duda!
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