Entendibles dudas sobre su regreso a Chile generó la reciente crisis interna de Cradle of Filth, la cual llevó a la salida de la tecladista y co-vocalista Zoë Marie Federoff-Šmerda y su esposo, el guitarrista Malek “Ashok” Šmerda. Con semejantes contratiempos, la gira The Screaming of the Americas aún así siguió su curso, y llegó a nuestro país este jueves 28 de agosto, con el Teatro Coliseo como recinto elegido para albergar la oscura velada, la cual por suerte para todos los involucrados, logró su cometido con creces de manera impresionante.

 

 

 

 

 

 

El número local para comenzar, llegó de la mano de Ater, uno de los nombres más destacados de los sonidos oscuros de los últimos en la escena nacional. En alrededor de media hora, los liderados por Fernando Bühring sacaron aplausos de un aún creciente público que llegaba al recinto del centro de Santiago, además de ser una buena oportunidad para darse a conocer por aquellos que aún no estaban al tanto de su propuesta ritualista y con mucho misterio. Un show inicial que calzó muy bien con el resto de los oscuros exponentes, y demostrando que Chile tiene talento en los sonidos extremos.

 

 

 

 

 

 

El caótico pero melódico sonido de los estadounidenses UADA llegó tras los correspondientes cambios de equipos de cada presentación, desatando especialmente a aquella parte del ya repleto teatro que iba especialmente por ellos, viéndose varios fans luciendo sus poleras de la banda. Con su ya conocida puesta en escena, llena de misterio y oscuridad, cortes como “Natus Eclipsim”, “Djinn” , “Cult of a Dying Sun” y el cierre con “Black Autumm, White Spring” fueron sacudiendo el recinto con una acústica estridente, pero que fue ganando claridad conforme pasaron los minutos.

 

 

 

 

 

Aquí no fueron necesarias las palabras durante los breves silencios, UADA ejecutó lo suyo con precisión tal como esperaba su público, sacando una merecida ovación tras una hora casi exacta de black metal, despidiéndose sin mayores palabras, pero con claros gestos de agradecimiento hacia su fanaticada chilena. Su reconocimiento en el género sigue creciendo, y claramente en este lado del mundo cuentan con una base de admiradores creciente que volverá a estar ahí para un eventual regreso.

 

 

 

 

 

40 minutos más tarde de lo anunciado, llegó la hora de los maestros de ceremonia. El siempre teatral Dani Filth hizo su ingreso al escenario cubierto por una capa, revelándose al público ante la euforia colectiva tras los primeros acordes de “To Live Deliciously”, corte inicial de su más reciente álbum The Screaming of the Valkyries, para inmediatamente pasar a un clásico del debut The Principle of Evil Made Flesh con “The Forest Whispers My Name”, uno de tantos momentos altos de los aproximadamente 80 minutos de los británicos sobre el escenario.

 

 

 

 

Esta fue una de las primeras jornadas de Kelsey Peters como vocalista de apoyo y tecladista, reemplazando a Zoë Marie tras los hechos recientes, y si bien por obvias razones no demostró la misma presencia escénica de sus varias predecesoras, cabe destacar que se defendió de gran manera en su puesto, enfrentándose con confianza a un público conocido por su fiereza. Aún así, su voz no se pudo apreciar como nos hubiese gustado dado el bajo volumen de su micrófono, perdiéndose en más de una ocasión entre el caos sonoro, pero llevando adelante momentos de mayor protagonismo como la infaltable “Nymphetamine (Fix)”, la cual fue coreada y sentida por todos los corazones oscuros y fieles a Cradle Of Filth-

 

 

 

 

 

 

En cuanto a la ausencia de una guitarra, Donny Burbage estaba, tal como indicó Dani Filth en un momento, con las manos llenas, en referencia a su responsabilidad como único encargado de las seis cuerdas. Pero aún así se notaba esa pesadez que los ha caracterizado, aunque como sabemos, esta fue una excepción tras los recientes problemas, ya que un reemplazo de “Ashok” debería sumarse pronto y todo seguiría como antes en cuanto a instrumentación.

 

 

 

 

 

Material reciente como “She is a Fire”, “Malignant Perfection” y “White Hellebore” se mezcló con clásicos de la talla de “The Principle of Evil Made Flesh”, “Cruelty Brought Thee Orchids”, “Death Magick for Adepts” y “Her Ghost in the Fog”, encargada de concluir con la locura que siempre desata al sonar en vivo. ¿Algo que haya faltado? Quizás algo del emblemático Dusk and Her Embrace o la, hasta ahora, siempre presente “From the Cradle to Enslave” hubiesen hecho de esta quinta visita de la banda algo aún más memorable, pero los presentes se retiraron claramente satisfechos una vez concluido el set, vitoreando fuertemente a la banda hasta que dejaron el escenario y se encendieron las luces.

 

 

 

 

 

Hayamos tomado cualquier bando dentro del reciente incidente interno de la banda, tenerlos en Chile siempre nos terminará uniendo y disfrutando de su esencia que nos marcó por años. Después de todo, es algo de ellos y nadie más. Dani no se notó afectado por la situación, viéndose tan carismático como siempre, aunque también muy molesto por fallos en su sistema de sonido, yendo a gritarle al sonidista en más de una ocasión. Más allá de cualquier crisis , bandas como Cradle of Filth siempre estarán dispuestas a darlo todo sobre el escenario con aquella oscura puesta en escena, que como pocas veces, incluyó columnas de hielo seco aparecidas en momentos precisos. Además, haber estado acompañados por otros dos exponentes de los sonidos extremos que más que abrir una jornada, fueron un complemento fundamental de la misma, hicieron que todo al final valiera la pena con creces.

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

lo más visto

Message Us on WhatsApp