Fotografías: Eric Ibañez
¡Doom On! No hay expresión que pueda capturar mejor lo vivido la tarde-noche del pasado domingo en el recinto de calle Vicuña Mackenna.
La antesala del próximo The Metal Fest, estuvo a cargo de dos excelentes exponentes del doom metal nacional: Mourners Lament y Mar de Grises, bandas que, por su calidad, deberían formar parte de futuras ediciones de este festival.
Ante un numeroso público y con una puntualidad que merece ser destacada, Mourners Lament hizo su aparición en el escenario. Esta agrupación, formada a mediados de la década de 2000, y reestructurada hace poco más de diez años, comenzó su actuación en el RBX, dando inicio a esta jornada de doom metal. El quinteto, compuesto por Alfredo, Matías, Marcos, Rodrigo y Franco, presentó su más reciente producción, A Grey Farewell. No obstante, en esta ocasión interpretaron con gran solemnidad temas de dicho álbum, así como cortes de su EP de 2008, Unbroken Solemnity, y de su primer LP, We All Be Given (2016).
La nostalgia y el sufrimiento se apoderaron de todos los presentes mientras sonaban “Suffocating Hopes”, “Sadness Caress”, “As Solemn Pain Profaned” y “Mass Eulogy”. Con una puesta en escena austera, y un sonido que rozó la perfección, lograron cautivar a quienes se reunieron en el recinto para disfrutar de su actuación. Siendo un excelente anticipo, para cuando les toque acompañar a sus compatriotas de BlackFlow, y a los italianos de Forgotten Tomb en el mes de junio.
Los encargados de cerrar esta jornada de “doomingo” fueron Mar de Grises, una agrupación que tuve el placer de ver solo una semana antes, y que me sorprendió gratamente en vivo. La presentación de este domingo no solo marcaba el final de una semana, sino que también representaba una oportunidad única, para reencontrarse con su público, especialmente con aquellos que no pudieron asistir el viernes pasado.
A las 20:30 horas, hicieron su aparición en el escenario Escobar, Álvarez, Gálvez, Morris, Escobar y Martínez, quienes nos invitaron a sumergirnos en un viaje por un océano de emociones.
El ambiente, que poco a poco adquiría una tonalidad grisácea, se matizaba con colores rojos, blancos y azules, al ritmo del melodic doom metal. En esta emotiva presentación, el quinteto, nacido a principios de los 2000, volvió a demostrar toda su destreza y solidez interpretativa, con un setlist que dejó más que conforme a todos los que asistimos a esta cita. Los himnos seleccionados para la ocasión, sin duda parte esencial de la banda sonora de vida de sus seguidores, resonaron con fuerza, entre ellos “El Otro”, “Starmaker”, “The Bell and the Solar Gust”, “Kilómetros de Nada”, “A Sea of Dead Comets”, “Recklessness” y “To See Saturn Fall”, por mencionar algunos.
La agrupación demostró en todo momento su felicidad por estar frente a su público después de tantos años. La reciprocidad entre los doomeros, y estos músicos quedó de manifiesto durante toda la performance, de este ícono del doom metal chileno.
Personalmente, creo que al fin este género tiene el espacio que se merece, porque tenemos agrupaciones que están en un excelente nivel, y que claramente deben ser escuchadas. Sin lugar a dudas, la noche del pasado 06 de abril quedará grabada en la retina de todos los que fuimos parte de esta reunión, que esperamos se repita más temprano que tarde. Y, ¿por qué no decirlo?, que esta sea una tradición que perdure para siempre.
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