Si el thrash metal corre por tus venas, y sabes que no solamente se trata de un tuca tuca incesante y sin parar, entonces no hay lugar a dudas de que el trío suizo ya es parte de tu vida de forma inevitable.
Partieron en el mundo underground siendo roadies del mismísimo Tom G. Warrior en sus giras con Celtic Frost, y con quien grabaron un demo con su voz, en sus primeros pasos olvidados en el tiempo.
Ya consolidados como trío, en el año 1987, Tommy T. Baron en guitarra y voz, Ron Royce en el bajo y Marquis Marky en batería, sacan a la luz el increíble disco R.I.P., una pieza fundamental en el sonido del thrash metal técnico de la historia, y lanzado por el prestigioso sello Noise. Una mezcla de velocidad y agresividad con cambios de tempo y métricas imposibles, sobre riffs de alta precisión. Letras crudas y temas cortantes, erigieron la propuesta de thrash metal suizo, agregando una cuota extra de dinámicas rítmicas y pasajes instrumentales, cargados de acordes disonantes y métricas desafiantes de manera casi perturbadora, todo a gran velocidad.
Luego de una exitosa gira y con más presupuesto, graban su segundo álbum Punishment for Decadence en 1988, puliendo más aún su propuesta, definiendo las guitarras híper precisas, sobre las líneas de bajo y los tiempos de batería. El sonido final fue tan contundente, como detallado, llevando la fiereza del thrash metal por senderos más progresivos. Musicalmente, esta placa marcó el despegue definitivo hacia un estilo único de thrash técnico, cargado de cambios abruptos de ritmos y compases. Acordes disonantes y arpegios de alta complejidad.
En el año 1989 llega su tercer álbum llamado No More Color, donde evolucionan su propuesta técnica y progresiva, con temas conceptuales de alto vuelo. Líricamente profundizando en tópicos como la crítica religiosa y el existencialismo desde un ángulo apocalíptico. La reputación ganada era evidente, comenzando a ser influencias para las nuevas generaciones de camadas de thrash y death complejos y técnicos.
Llega el nuevo punto de inflexión, el año 1991 ve la luz el impresionante disco Mental Vortex, con temas altamente progresivos y cambios de compases increíbles, en donde se encuentra el que probablemente sea el solo más complejo de toda su historia, en la canción “Metamorphosis”. En que las letras evolucionan a temas psicológicos y existenciales. Indudablemente, una obra maestra en todos los sentidos, cuya imagen principal se encuentra sacada del libro Psicosis.
Dos años más tarde lanzan Grin, mucho más heterodoxo, denso y disonante, aunque perdiendo un poco el status de banda de culto, con una recepción bastante mermada y pocas ventas en su difusión. El poco éxito comercial redujo el ánimo, haciéndolos decidir por armar su concierto de despedida con un álbum recopilatorio homónimo.
Tuvimos que esperar hasta el año 2010, para el anuncio de su vuelta en el festival Hellfest, y al fin, el año 2015 tenerlos por primera vez en nuestro país, en el que probablemente, ha sido el mejor sonido que vio la Kmasú Premier, de toda su historia de bandas metaleras, en un concierto verdaderamente épico.
A diez años desde este hito, tenemos una nueva oportunidad de verlos en nuestra tierra, en una cita completa y absolutamente imperdible para cualquier thrasher que guste de las vetas más complejas de la escena, en la banda más de culto en este ámbito.
Recuerda que la venta de entradas se encuentra con promoción 2×1 en la página oficial salametronomo.com
No te pierdas este show legendario, el 28 de marzo en Sala Metrónomo.
Produce Transistor
Agregar un comentario